Epidemiología del uso de sustancias entre los migrantes forzados: una revisión sistemática global
Abstracto
Introducción
La migración forzada está ocurriendo en niveles sin precedentes. Los migrantes forzados pueden estar en riesgo de uso de sustancias por razones como lidiar con experiencias traumáticas, trastornos de salud mental comorbosos, desafíos de aculturación y desigualdad social y económica. Este documento pretendía revisar sistemáticamente la bibliografía que examina el uso de sustancias entre los migrantes forzados e identificar las esferas prioritarias para la intervención y la investigación futura.
Métodos
Se registraron siete bases de datos médicas, de salud aliada y de ciencias sociales desde el inicio hasta el 2015 de septiembre de acuerdo con las directrices de PRISMA para identificar los artículos originales revisados por pares que describían cualquier constatación relativa al consumo de alcohol y/o drogas ilícitas entre refugiados, desplazados internos (IDP), solicitantes de asilo, personas desplazadas por catástrofes y deportados. Se realizó una síntesis descriptiva de las pruebas de los estudios cuantitativos, centrándose principalmente en estudios que utilizaron medidas validadas de uso de sustancias. Síntesis de evidencia de estudios cualitativos enfocados en la identificación de temas prominentes relacionados con los contextos y consecuencias del uso de sustancias. Se utilizaron listas de verificación del programa de habilidades de evaluación crítica (CASP) para evaluar la calidad metodológica de los estudios incluidos.
Resultados
Se incluyeron 44 estudios cuantitativos (82% de sección transversal), 16 cualitativos y tres métodos mixtos. Diez estudios fueron clasificados como alta calidad metodológica (16%), 39 como calidad moderada (62%) y 14 como de baja calidad (22%). La mayoría de las investigaciones se realizaron entre refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo (n = 55, 87%), predominantemente en entornos de altos ingresos. Las estimaciones de prevalencia de mayor calidad de consumo de alcohol peligroso/nocivo variaron del 17% al 36% en los campamentos y del 4% al 7% en entornos comunitarios. Pocos estudios recolectan medidas validadas de consumo ilícito de drogas. Siete estudios compararon el uso de sustancias entre migrantes forzados con otras muestras de migrantes o nacidos nativos. Entre los ocho estudios que realizaron análisis multivariable, el sexo masculino, la exposición al trauma y los síntomas de la enfermedad mental se identificaron comúnmente correlacionados del consumo de sustancias.
Conclusión
Nuestra comprensión del uso de sustancias entre los migrantes forzados sigue siendo limitada, especialmente en lo que respecta a las personas desplazadas debido a desastres, desarrollo y deportación. A pesar de un creciente trabajo entre las poblaciones refugiadas, pocos estudios incluyen a refugiados en países de ingresos bajos y medianos, donde reside más del 80% de la población mundial de refugiados. Los hallazgos sugieren la necesidad de integrar la prevención y el tratamiento del consumo de sustancias en los servicios ofrecidos a los migrantes forzados, especialmente en los campamentos. Se necesitan esfuerzos para desarrollar y evaluar las intervenciones para reducir el consumo de sustancias y los daños conexos.