Las tasas de tabaquismo entre las personas con una condición de salud mental son significativamente más altas que en la población general.

La investigación también ha encontrado que las personas con problemas de salud mental que fuman son más propensos a fumar mucho y extraer más nicotina de cada cigarrillo en comparación con las personas que fuman que no tienen una condición de salud mental.

El objetivo de este estudio era examinar si existen diferencias por estado de salud mental en:

(i) desencadenadores para intentos de cierre,

(ii) el uso de apoyo basado en evidencia

(iii) y dejar de tener éxito.

Los investigadores analizaron los datos autoinformados que se recopilaron a través de encuestas mensuales de hogares transversales de muestras representativas de la población de adultos en Inglaterra.

Algunos de los principales resultados del estudio fueron:

• Los tres desencadenantes más frecuentemente reportados para las personas que decidían dejar de fumar eran "preocupación por la salud futura", "problemas de salud que tenía en ese momento" y "una decisión de que fumar era demasiado caro".
• Las personas que informaron problemas de salud mental eran más propensas a seleccionar "problemas de salud que tenía en ese momento" como una razón para intentar dejar de fumar.
• Los fumadores con problemas de salud mental eran más propensos a haber utilizado apoyo basado en evidencia en forma de medicamentos recetados o apoyo conductual.
• El apoyo más popular utilizado fue no basado en evidencia, seguido de los cigarrillos electrónicos.
• Los cigarrillos electrónicos estaban relacionados con un mayor éxito y fueron utilizados de manera similar por aquellos con y sin problemas de salud mental.

Estos resultados se pueden utilizar para ayudar a adaptar las intervenciones que satisfagan las necesidades de las personas con problemas de salud mental que desean apoyo para dejar de fumar. Los profesionales deben usar los comentarios para guiar su planificación y respuestas.