Abstracto

La pandemia COVID-19 ha planteado grandes desafíos a los sistemas de salud y a las políticas de salud pública a nivel mundial, ya que requiere nuevas estrategias de tratamiento y prevención para adaptarse al impacto de la pandemia. Las personas con trastornos por consumo de sustancias (SUD, por sus que se aplican por motivos de contaminación) debido a múltiples factores, atribuibles a sus condiciones clínicas, psicológicas y psicosociales.

Además, los cambios sociales y económicos causados por la pandemia, junto con las dificultades tradicionales en cuanto al acceso al tratamiento y la adherencia, sin duda empeorarán durante este período, agravando su condición. Además, esta población son vectores potenciales de transmisión.

En ese sentido, deben debatirse estrategias específicas de prevención y tratamiento. Los profesionales de la salud que se ocupan de la SUD deben ser conscientes de los riesgos y desafíos que afrontarán durante y después del brote de COVID-19. El cuidado de las adicciones debe reforzarse, en lugar de posponerse, para evitar complicaciones tanto del SUD como del COVID-19 y para prevenir la transmisión del coronavirus.