En Irán, el consumo de alcohol, la producción y el comercio están tipicionados como delitos para los ciudadanos musulmanes; sin embargo, el contrabando de alcohol y el consumo nocivo de alcohol es una carga que no debe pasarse por alto.

Actualmente, el Ministerio de salud iraní ha desarrollado un programa nacional que tiene como objetivo reducir el consumo de alcohol en un 10% entre 2015 y 2025 a través de tres pasos principales de acción: primero, integración de cribado de alcohol, intervención breve y remisión a tratamiento en la atención primaria de salud. Aunque se trata de un avance positivo, la implantación del programa se enfrenta a varios obstáculos, incluidos recursos insuficientes en los sistemas sanitarios y a la falta de apoyo médico y jurídico de primera línea en los programas de detección temprana.

Los investigadores, redactando para la salud pública de Lancet, describen los cambios que podrían hacerse para reconocer y abordar el problema del consumo nocivo de alcohol en Irán.