Trastornos por uso de sustancias y COVID-19: Epidemias entrelazadas

La aparición de la COVID 19, trajo consigo una serie de cambios a los qué como seres humanos acostumbrados a interactuar con lo que nos rodea, nos ha sido difícil, en especial al encierro, cuarentena o confinamiento como se les denomina. Esta experiencia ha generado soledad, desesperación, niveles de angustia, tensión, estrés y preocupación, no solo por el bienestar individual sino también por el familiar.

Aunado a ello, muchas personas han perdido sus trabajos, lo que les ha ocasionado cambios en el aspecto económico teniendo que ajustarse o limitarse, lo que ha agudizado y afectado mayormente el estado emocional y ha repercutido en la dinámica familiar.

Lo vivido, en muchos casos ha repercutido en la decisión de algunas personas en iniciar la ingesta de alcohol y otras drogas, como forma de escape y de alivio a los problemas, le atribuyen a las sustancias un efecto tranquilizante y hasta de bienestar, que aunque es un sentimiento o sensación temporal o momentáneo les provoca placer, permitiéndoles olvidar las preocupaciones por un lapso de tiempo corto, en donde incluso pueden describir como "felicidad", sin embargo las consecuencias para la salud son nocivas e incontrolables, una prueba de ello puede estar radicada, al evidente incremento  de casos de violencia en los hogares, las estadísticas de abuso en contra de niños y niñas, la muertes violentas de mujeres a manos de sus parejas (femicidio), son realidades que pueden estar vinculadas directamente con el aumento de del consumo de alcohol y otras drogas en la población. 

La Doctora Nora Volkow, explica con gran precisión y cuidado los efectos de opiáceos en cuanto a su administración, incidencia en fallecimientos de mortandad que han aumentado por el uso excesivo de medicamentos, que se incrementaron a partir del año 2000 y en el 2016 fue el punto cumbre, de generar adicción como dependencia física. No todo el mundo se vuelve adicto. La adicción es un hambre, una sed, una intensidad como el consumir comidas o respirar; volviéndose una necesidad instintiva. Todo ello, ocurre en el cerebro humano. Los opiáceos, es una de las drogas con mayor riesgo de causar adicción. El fentalino es mucho más barato de conseguir que la heroína y ha aumentado las muertes de manera estrepitosa en las sobredosis. La metanfetamina, es otra droga sintética (son las más poderosas y más fáciles de conseguir). Además, se están mezclando la metanfetamina con la cocaína y se disuelve con el fentalino. Como consecuencias: los opiáceos, los estimulantes, el hacinamiento, la discriminación, el estrés y la Pandemia de la COVID-19; conllevan a que en muchos países del mundo, se perjudique la salud emocional por drogas, de formas significativas. 

Así mismo, el distanciamiento social está elevando la probabilidad de SOBREDOSIS NO OBSERVADAS, en encarcelamiento, la falta de calor de un hogar con relaciones interpersonales saludables, los estigmas socio-culturales, el estrés negativo o distrés, las automedicaciones, etc; conducen a que los accesos a drogas sean persistentes y frecuentes, más aún en este contexto de Pandemia COVID-19. Los cuadros de ansiedad, depresión y otros problemas psicológicos como psiquiátricos; al no ser atendidos, desembocan en recurrir a las drogas. La telemedicina realiza su trabajo tanto para la adicción como la comorbilidad. Por otro lado, se requiere trabajar con énfasis tanto en el TRATAMIENTO como en la PREVENCIÓN A LAS DROGAS. Es importante también evaluar y analizar: las recaídas, el aumento de consumo y personas que en un pasado no usaban drogas, ahora lo hacen ante eventos de estrés e incertidumbre ante los cambios de la Pandemia. El uso del cannabis, está aumentado a causa del estrés, preocupaciones, aburrimiento y la depresión. El alcohol repercute más en adultos de 30 a 60 años. Las ventas de bebidas alcohólicas tanto en las compras por líneas virtuales, han sido mayores. Es necesario aprender de nuestra historia, por ejemplo estudiar la Pandemia de la Gripe Española entre 1918 y 1919. Además, se han realizado estudios donde la mielinización ha sido retrasada en niños (alrededor de 3 meses), nacidos de madres que han dado positivo a la COVID-19. Los lugares donde la pobreza económica es notoria, se perjudica grandemente la cognición y estructura cerebral de los niños. La deprivación social, es una de las causas para consumir drogas. Se han realizado estudios con ratones, en donde se les da alternativas de escoger entre consumir la heroína o tener contacto físico con otro animal. Los ratones optan por la interacción social, sin embargo, cuando se penaliza o castiga la interacción social, el animal recurre a la heroína. He aquí la importancia de las RELACIONES SOCIALES. Los medicamentos opiáceos, cuando son utilizados adecuadamente, generan bien. Sin embargo, las industrias en su afán de generar dinero y la falta de firmeza por la parte médica, generó efectos negativos de los opiáceos. El fentalino mezclado con otros estimulantes, genera daños, a veces irreversibles. Es importante, que APRENDAMOS A GENERAR ESTÍMULOS NO ARTIFICIALES PARA NUESTRO CEREBRO, donde los centros del placer sean activados de diversas formas productivas, flexibles y saludables. 

La aparición del COVID-19 trajo consigo un aumento en el consumo de sustancias, debido a que estamos acostumbrados a llevar una vida  activa y al darse la pandemia y disminuirse este estilo de vida genero situaciones de conflictos de pareja, en el hogar, a nivel social, laboral generando a su vez ansiedad, estrés que el individuo al no saber enfrentar las situaciones incrementan el consumo y la frecuencia de consumo de sustancias como mecanismo de escape de la situación. En el caso por decir asi de los consumidores, las consecuencias de l consumo genera mas riesgos al ser vulnerables al COVID-19 por las secuelas que trae consigo la dependencia y la adicción a las drogas.

Muchas gracias por su respuesta a mi comentario Dr. Jose Luis Vazquez Martinez y gracias también por su aporte para leer "La Crisis de los Opioides en la Población Hispana/Latina." Dios lo bendiga mucho. 

Súper interesante la exposición de la doctora Volkow y el aporte realizado por la colega Dra. Sarita.

Me siento súper preocupada porque se que muchas personas al aislarse de relaciones sociales por causa de la pandemia han tomado como parte de su entretenimiento libar bebidas alcohólicas lo cual para mi hace que muchas personas puedan crear algún tipo de dependencia para remplazar la falta de la interacción social.

Por otra parte muchas personas que llegaron a la dependencia o la adicción posiblemente fue para llenar un espacio de vacío que tenían en sus vidas familiares y hoy con la disminución de la interacción es mucho mas probable que se agudice la situación

Sin duda que el COVID-19 evidencio aquellas falencias que se encontraban ocultas en nuestra sociedad, aquellos que estaban desprotegidos y excluidos por el sistema antes de la pandemia, durante el 2020 y este año lo están aun más. Es increíble que las interacciones sociales, que ahora nos están prohibidas, sean tan fundamentales para el bienestar del ser humano. Respecto de la atención a personas que presentan algún trastorno por consumo, es preocupante la vulnerabilidad que presentan las personas al COVID-19, y las altas muertes asociadas,  esto a su vez demuestra que el consumo de drogas y sus efectos debe ser un tema que realmente que este en la agenda principal de los gobiernos. El consumo de drogas como los opiáceos sintéticos, si bien en Latinoamérica no se ha visto de manera masiva como en países europeos o norte americanos, no debe ignorarse ni mirarse como algo lejano, ojala que los distintos países se preocupen por esto a tiempo, previniendo y no sea demasiado tarde como menciona la Dra. Nora. 

Interesante como tras la pandemia la interacción social presencial se ha vuelto una situación de penalización social, obviamente por miedo a que el virus se propague. Es de recordar que la interacción social es un factor protector de la salud fundamental para prevenir psicopatologías como depresión, ansiedad, etc., por tanto el aislamiento producto de esta pandemia es un factor de riesgo en la salud de las personas, y ante aquello tenemos que buscar alternativas en la virtualidad.

El estudio presentado por la Dra. Volkow con relación a los trastornos por uso de sustancias y Covid-19, resulta muy interesante, ya que nos plantea un problema referente al elevado consumo de opioides antes del inicio de la pandemia versus los efectos de ésta en las personas adictas y no adictas; pues como nos explica las secuelas a través del porcentaje de muertes, el cual se ha incrementado en el 2020 de una manera impresionante.  De igual forma, llama nuestra atención hacia la rapidez y peligrosidad con la que se está utilizando este tipo de drogas para fabricar otras más económicas, pero a la vez, causan mayor adicción. 

Como sabemos, la humanidad entera se ha visto afecta de distintas maneras, tanto niños, jóvenes, adultos y adultos mayores de todas las razas, nivel cultural, sexo, religión; sin embargo, dentro de los grupos más vulnerables (enfermedades crónicas), quizá hemos perdido de vista a las personas con consumo de sustancias que presentan condiciones de salud deteriorada producto de su conducta adictiva, pero que a la vez, han de necesitar el apoyo emocional debido a las crisis de abstinencia, al aislamiento social y otras experiencias personales que les lleva a desarrollar otros trastornos mentales.    

La Organización Panamericana de la Salud. (2018). en su reporte sobre la carga de los trastornos mentales en la Región de las Américas, señala que del 19% de Trastornos Mentales, Neurológicos y Suicidio de los Años de Vida Ajustados en función de la Discapacidad, los Trastornos debidos al consumo de sustancias corresponden al 1,46% y los Trastornos debidos al consumo de alcohol al 0,80%. Asimismo, del 34% de los Años Perdidos por Discapacidad, los Trastornos debidos al consumo de sustancias corresponden al 1,84% y los Trastornos debidos al consumo de alcohol al 0,94%.

Particularmente, en Chile la discapacidad asociada a los Trastornos debidos al consumo de alcohol asciende al 1,5% y en los Trastornos debidos al consumo de sustancias como cannabinoides, cocaína, anfetaminas y opioides la cifra asciende al 1,2%. Así pues, los indicadores del perfil epidemiológico en Chile no son alentadores, en consideración de estas cifras y las demás cargas de trastornos.

La realidad nos exige el desarrollo de competencias profesionales a la altura de las problemáticas biopsicosociales vinculadas al Trastorno por consumo de Alcohol y Sustancias, en virtud de que durante la pandemía por COVID-19 los niveles de Salud Mental, especialmente en Chile, han disminuido notablemente, aumentando comorbilidades y dificultades de tratamiento. 

Les adjunto el enlace del reporte de la OPS para que sigamos construyendo resultados sostenibles en salud en nuestra región. 

Enlace: https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/49578/9789275320280_spa…

es importe la tematica de la doctora Nora donde abarca problemas: de raza en el consumo de drogas como el tabaco y el alcohol asi mismo sobre la dependencia de los piacios donde muchas personas los utilizan no por dolor si no por una dependencia y adicción, las drogas sinteticas como mentafetamina disuelto con con fentanilo que ha sido un negocio para los traficantes, las personas tambien más vulnerables a contraer el Covid 19

Estos tiempos de pandemia por el Covid 19 cambiaron la vida de todos ya que nos aislaron de las personas y restringieron nuestras actividades cotidianas con el fin de no contagiarnos, pero aquí los consumidores de sustancias psicoactivas fueron los mas perjudicados ya que no tenían control de su dependencia y adicción e incrementó los deseos de consumir, algunos llegaron a contagiarse con este virus mortal lamentablemente muchos han fallecido, otros contagiaron a sus familias y gente cercana a causa de no controlar su adicción, sabemos que las personas consumidoras por lo general llegan a tener trastornos de personalidad que se han incrementado por esta situación como ansiedad, estrés, depresión, angustia y han aumentado con esta situación mundial en la que nos encontramos.

Es muy importante los datos de investigación de la Dra. Volkow donde nos explica como han incrementado el uso de sustancias, como sobredosis, la mortalidad, aumento de consumo se ha dado en esta pandemia, donde podemos analizar que esta pandemia ha sido un detonante para el incremento de estas sustancias (opeacios, anfetaminas) 

Las investigaciones han evidenciado resultados alarmantes en la poblaciòn que consume drogas y alcohol, respecto a las infecciones y riesgo de contagio por covid-19; sin embargo los antecedentes se agraban aun màs si se consideran diferencias de raza, ya que la investigadora señalà que en la poblaciòn general las muertes por infecciòn asociadas al covid-19, van desde el 6% en personas blancas y 25% en poblaciòn afrodescendiente. Lo màs grave son las cifras en personas con consumo perjudicial y/o dependencia, ya que las muertes aumentan màs del 30% en blancos y màs del 70% en afrodescendientes.

Creo que es importante establecer polìticas de salud y sociales, que promuevan la disminuciòn de estas brechas raciales.

El COVID-19 ha tenido repercusiones en varios niveles, sobre todo en el impacto que ha generado a nivel de Salud Mental. Todos/as estamos expuestos a sufrir sus consecuencias y en mayor medida los trabajadores/as de la salud, que han tenido que lidiar con sus preocupaciones personales, familiares y trabajar en un contexto difícil de pandemia. Pensando en esto, les comparto las conclusiones preliminares de “COVID-19 Health Care Workers Study”, una colaboración internacional con investigadores de 30 países, que busca evaluar los impactos de la pandemia en la salud mental de los trabajadores de la salud, realizada en el 2020:

• Las prevalencias de consumo durante COVID-19 (consumo mes en trabajadores de la salud, para alcohol, cannabis y sedantes) fueron mayores que las prevalencias de consumo durante COVID-19 en la población general, así como también mayores que las prevalencias de consumo antes de COVID-19 en la población general.
• Tal como otros estudios a nivel nacional e internacional lo reportan, en el caso de los trabajadores de salud se observa un aumento en el consumo de sedantes (los estudios no siempre se refieren solo a este grupo, sino también algunos incluyen todo el rango de “fármacos”). No obstante, el aumento en el grupo de trabajadores de salud llama la atención por su particular alta prevalencia.

• Los aumentos en el consumo de sustancias en trabajadores de salud, en comparación con la población general, podrían explicarse por el alto estrés al que han sido sometidos durante la pandemia, así como a la mayor disponibilidad de sustancias, en el caso de los sedantes, por ejemplo.

• Estos resultados refuerzan la urgente necesidad de abordar los efectos sobre la salud mental en los trabajadores de salud del COVID-19. En este sentido, el uso de alcohol y otras drogas, particularmente el consumo de sedantes, es muy importante. Se requieren estrategias activas de cuidado del personal sanitario, durante la pandemia y sostenidas con posterioridad, que permitan abordar también las consecuencias que estos aumentos de consumo tendrán en el mediano y largo plazo.

A raíz de la pandemia la vida cotidiana de las personas ,a tenido que cambiar de forma drástica ya que por la seguridad personal uno debe resguardarse en sus hogares, lo que a provocado el desencadenamiento de un aumento en los conflictos familiares y también un incremento en los trastornos del ánimo, a causa que las personas se encuentran angustiadas, estresadas y con altos niveles de ansiedad.  Debido a esos factores, las personas han buscado resguardar todo aquello en el consumo de alcohol o drogas. 

Información actualizada sobre las consecuencias que tiene en estos tiempos el consumo de drogas, sí ya estaba en aumento sin pandemia, nos ha demostrado en los estudios, el alza intensa de ellas, que llega a la dependencia o a la adicción; me llama mucho la atención de los opioides, es cierto en países subdesarrollados todavía no se ve muchos casos del fentanilo, pero ya es momento de estar preparados los que trabajamos en salud mental para hacerle resistencia a esa ola, y en tiempos de pandemia la soledad, la incertidumbre, la pobreza son alguno de los factores que aumenta el riesgo de consumo de sustancias, y por último las interacciones sociales, que son restringidas en estos tiempos y nos trae resultado preliminares de estudios en niños nacidos en la pandemia, y aún está pendiente el impacto que tendrá los pre escolares, sí solo en los adultos conllevan a desarrollar depresión, ansiedad, gracias por compartir sus investigaciones Dra Volkow.

Los resultados del presente estudio indicarían que durante la pandemia de COVID-19 habría aumentado el consumo de alcohol y las consecuencias asociadas con la ingesta de alcohol. Además de tener efectos nocivos para la salud física, el consumo excesivo de alcohol puede provocar o empeorar problemas de salud mental existentes, como ansiedad o depresión, que pueden estar aumentando durante la pandemia de COVID-19. Los cambios en el consumo de alcohol y sus consecuencias en las mujeres, los adultos jóvenes y los blancos no hispanos destacan que los sistemas de salud pueden necesitar educar a los consumidores mediante medios impresos o en línea sobre el incremento de la ingesta de alcohol durante la pandemia e identificar los factores asociados con la susceptibilidad y la resistencia a los impactos de COVID. 19. Se necesitan estudios adicionales que analicen si los aumentos en el consumo de alcohol persisten a medida que continúa la pandemia y si el bienestar psicológico y físico se ve afectado posteriormente.

El consumo excesivo de alcohol entre las mujeres aumentó en un 41%. Esto significa aproximadamente un día adicional de consumo excesivo de alcohol en una de cada cinco mujeres. Cerca de una de cada 10 mujeres, o el 39%, informó un aumento en los problemas relacionados con el alcohol, según los investigadores.

La presencia de un nuevo virus altamente mortal y que se expandía con mucha rapidez a nivel mundial, par luego denominarla Pandemia COVID 19, genero en la población emociones relacionadas al miedo contante al contagio y por ende a la muerte.

El encierro obligatorio y el aislamiento social genero sentimientos de soledad, angustia, desesperanza. Dia tras día muchas personas veía como sus pequeños negocio era afectados. empresas quebraron y muchas personas se encontraban en desempleo; las medidas adoptadas por el estado no lograban frenar la ola de contagios y muertes.

Es así como una población se volvía mas vulnerable a cualquier situación que permitiera adormecer esas emociones intensas antes mencionadas.

el consumo de alcohol y drogas se incremento en poblaciones ya antes consumidoras y hubo otro grupo que debuto en el consumo o se convirtió en una conducta frecuente y altamente peligrosa sin distinción de grupos social o genero.

El problema de la pandemia del COVID19 ha generado una serie de problemas en toda la comunidad, sin excepcion de las personas que consumen sustancias.

El confinamiento, la cuarentena y el toque de queda han sido factores de riesgos para los que consumen y para los que no consumen sustancias.

Esta problematica ha provoca estados alterado del animo. La ansiedad, el estres, la depresion, el desanimo son estados del animo que han generado la posibilidad de consumo en las personas en confinamiento.

El uso de drogas depresonas, alcohol,  ansioliticos, barbituricos y sedantes se han incrementado  su consumo junto con la venta en tiempos de pandemia.

Los mercados del microtrafico se han visto afectado por esta realidad. se registran mayor demanda de sustancias en tiempo de pandemia.

Los gobiernos se han visto en la necesidad de crear nuevas estrategias para contarestar esta situacion. El mercado en linea de venta de sustancias nuevas psicoactiva va en aumento. La red oscura de venta de drogas cada vez es mayor su impacto.

La asistencias a los internos en los centros de tratamiento y las personas en situacion de calle han sufrido mucho el impacto del COVID19 en cuanto a lo que  esto a generado .

Cundo comenzó la pandemia, en muchas personas había aumentado su consumo de drogas, la mayoría antes ya la consumían pero solo con amigos y en fiestas, y fuera del hogar (población adulto emergente), luego su consumo fue aumentando paulatinamente hasta consumir todos los días o varias veces a la semana, solos/as, y en casa, por lo que una de las motivaciones para el cambio era el miedo a contagiarse y que el consumo le entregará mas posibilidades de enfermarse grave por covid, así fueron diferentes personas quienes por motivos similares querían dejar el consumo de drogas, sobre todo de tabaco.

El enfrentar un trastorno por consumo de sustancias durante esta pandemia de pan covid 19 puede resultar muy difícil. 

El aislamiento domiciliario lastimosamente  puede favorecer el aumento del índice  de casos de consumo de alcohol a diferencia de otro tipo de droga.

El enfrentar un trastorno por consumo de sustancias durante esta pandemia de pan covid 19 puede resultar muy difícil. 

El aislamiento domiciliario lastimosamente  puede favorecer el aumento del índice  de casos de consumo de alcohol a diferencia de otro tipo de droga.

Esta es una gran información que es muy útil para conocer y para mí se relaciona con mi trabajo, ya que da una conciencia de la situación del uso de sustancias. El uso del opio está causando muchas muertes por sobredosis en países como los Estados Unidos. Este no es el caso de mi país, pero eso no significa que en algún momento nos afecte. Para mí, es necesario conocer esto para prepararse para el momento en que llegue a nuestra zona. Esta pandemia ha provocado muchos cambios en nuestra vida cotidiana y hemos perdido el sentido de lo que es normal. La mayoría de la gente está confinada en su casa y para algunos incluso están confinados con alguien que tiene un problema de adicción haciendo su vida más difícil. Las personas que consumen son más vulnerables a Covid-19, tal y como muestran los estudios, y con la pandemia, conseguir tratamiento es mucho más difícil, ya que han tenido que limitar el acceso al lugar donde pueden acceder a cualquier tipo de ayuda. Creo que una vez que el país empiece a volver a la normalidad, la gente buscará un mecanismo de afrontamiento para lidiar con los problemas a los que se enfrentará con el estrés de intentar volver a la normalidad. Esto significa que tenemos que estar preparados para afrontar esta crisis. La información fue muy interesante y al mismo tiempo arrojó algo de luz sobre dónde estamos con el uso de sustancias en esta pandemia. 

Desde diciembre del año 2019 la covid-19 ya estaba activado en su pais la cual a partir de alli fue el un punto de partida para diversas problemas psicosociales fuera en si de lo que genera la covid-19. Cabe resaltar que uno de los mayores problemas fue y es el de las adicciones. Aumento el consumo de sustancias, ya que se modifico el estilo de vida de diversas personas, la cuarentena el aislamiento social y todas las normas y reglas que modifico la conducta de las personas. Dentro de un hogar se empezaron a generar  violencia, y principalmente el consumo de adicciones. Debido por la ansiedad, estres, estrés que el individuo al no saber enfrentar las situaciones incrementan el consumo y la frecuencia de consumo de sustancias como mecanismo de escape de la situación. Se debe tener en cuenta que los consumidores en este tipo de reglas y normas que generan en un pais debido a la pandemia se ven muy afectados, es decir vulnerables a la covid 19.