El estigma como barrera
Resulta fundamental entender que, para los casos de padecimientos mentales y también para los casos de consumo problemático, el estigma funciona como una barrera a la hora de acceder a los servicios de salud. Puede ser estigma internalizado: la persona se cree todas las características que la sociedad le asigna a personas con tal padecimiento o tal consumo. Como consecuencia de esto, no llega a los servicios sanitarios que pueden darle una solución a su problemática.
Otro tipo de estigma es el de contagio: por ser amigo, familiar de alguien que tiene tal o cual padecimiento, pasa a estar "etiquetado" como la amiga de tal, lo que perjudica el acceso también.
Y luego encontramos el estigma social, que es la mayor barrera porque la aplican el resto de las personas sobre el consumidor o quien padece, desde la persona que los recibe en un servicio de salud hasta los propios médicos. Resulta entonces difícil para las personas que necesitan ser tratadas, poder acceder a los tratamientos que merecen para poder tener una mejor calidad de vida. Es importante que como sociedad trabajemos para derribar los estigmas, para ser más inclusivos y tolerantes.